viernes, enero 29, 2010

chromeOS

Observaciones sobre chromeOS

Es un linux, un kernel ligerito compilado con cariño para la plataforma en la que se ejecutará

Sobre ese kernel, probablemente utilicen framebuffer, que quiere decir que no utilizarán las famosas X

Eso lo hará más ligero pero será más difícil tener compatibilidad con las tarjetas gráficas.

Hasta aquí tenemos un kernel ligerito y un sistema para pintar en la pantalla...

¿qué más nos falta?

Ahhhh, el navegador. El navegador será evidentemente chrome.

Y esto es todo amigos... Ya se pueden ir, no hay más

¿Y los programas?

Su idea es que sean programas que se ejecuten en el navegador, programas que estén en la web, no en tu máquina.

Los documentos también estarán en la web

No puedes instalar, no puedes configurar... pierdes flexibilidad

SÍ, pero no sé si te has dado cuenta de que 95% de los usuarios de ordenador, tienen un porrón de virus, un porrón de antivirus, inestabilidad en el sistema, software caca, cuando tienen una avería, todo a la mierda, porque no tienen copias de seguridad (¿copias de quéeeeee?), se pierden cuando les quitas google de la página de inicio, etc...

Ese tipo de usuarios, repito el 95%, se verían muy beneficiados con estos sistemas

En mi opinión, con una distribución de linux se puede conseguir bastante de estos objetivos, pero no todos.

Por ejemplo, google te hará un backup de forma transparente. Imagina que te roban el cacharro o simplemente se muere, te compras otro, lo contectas, metes usuario y contraseña y voalá, sigues por donde lo dejaste ayer (y no te tuviste que preocupar de nada)

Además, pretenden que desde que le das al botón hasta que lo puedes utilizar, no pasen más de 4 segundos. Y ya están por debajo de los 7 segundos. Y NO, NO ESTÁ EN HIBERNACIÓN.

Tanto las aplicaciones como los datos, se cachean de forma transparente en el cacharrillo (en su disco duro) para trabajar de forma eficiente e incluso desconectado de la red

Ambicioso, necesario, con linux, como no... yo no lo quiero para mi, pero sí para la gran mayoría de la gente que conozco

El invento de bill gates fue... un ordenador en cada casa, sencillo como un electrodoméstico.

Eso ha sido la estafa del siglo. Gente comprándose ordenadores de 200.000 pesetas y más que funcionaban muy mal y que utilizaban en 1% para que luego estuviera más tiempo roto que operativo. UN ROBO que les ha salido muy bien (a los ladrones)

Yo hace tiempo que defiendo para el usuario común (que no tiene ni idea) que se pongan un linux

Menos problemas, más eficaz...

Por cierto, sabes que windows es absolutamente minoritario fuera de los pcs de escritorio (como comenté, un robo en casas particulares)

En servidores, arrasa linux

Pero también arrasa en sistemas embebidos.

¿Teléfonos móviles con windows? pocos y malos

Me han traido un lector de libros ¿y qué tiene dentro? linux

Pero no el mío, tooooodos tienen linux, ni uno tiene windows

¿Y los navegadores tipo tomtom?

Linux

¿Y el tiovi, y los reproductores multimedia de salon...?

Lo que pasa es que en linux falla el marketing, es una lástima y es algo que sí han sabido hacer los de firefox

Ah, los programas no serían programas clásicos, sino programas que se ejecutan en el navegador (habitualmente html con javascript)

Sólo se ejecutaría un programa en la máquina, el navegador. De esta forma, el navegador debería entenderse como parte del sistema operativo

Pero...

Google est´a metiendo plugins en su chrome (navegador) binarios

¿No es eso programas que se ejecutan en local?

Si te puedes bajar un plugin para su navegador de cualquiera...

jueves, enero 28, 2010

WYSIWYG

WYSIWYG

¿Qué editor o procesador de documentos o como lo quieras llamar, utilizas?

¿Cuál es decente?

El otro día tuve que hacer un informe en el trabajo.

La instrucciones para realizar dicho informe decían que para homogeneizar, deberían entregarse en word

Eso es una curiosidad, en mi opinión, word no es muy homogéneo (muchas versiones incompatibles). Creo que los informes deberían de tratar de ser homogéneos en los datos (por ejemplo escalas de puntuación) que deben cruzarse, pero eso es otra historia

El caso es que utilicé el word y traté de hacerlo muy bien

Utilicé estilos para todo y además traté de limitar el número de estilos al mínimo imprescindible.

Le di forma y formato al documento a base de modificar los estilos (o casi)

¿Qué fenomenal no?

Conseguí separar los datos del formato y estilo.

Eso permite revisar el estilo de forma general y rápida

Además mientras estás escribiendo, no tienes que prestar mucha atención a como se ve, prestas atención al contenido

También permite tener un aspecto homogéneo en el documento y entre documentos

Puedes retocar consideraciones de formato de forma global y no elemento a elemento

Que chulo!!!

Pues no...

Ahí van las pegas al word y al WordProcessor de OO y tantos otros con la misma filosofía

La configuración de estilos está escondida, mientras que el acceso a configuración de caracteres está accesible y gritando... "AQUÍ, AQUÍ, YO TE LO PONGO EN NEGRITA... TOMA, Y YO EN CURSIVA... ESO NO ES NADA, PÚLSAME A MI Y TE PONGO EN ROJO"

Debería ser absolutamente al revés.

No... es más, debería eliminarse la configuración de caracteres (y párrafos y demás cachos de texto)

¿Por que la gente no utiliza los estilos? ¿Porqué no separa el contenido del formato?

Porque el programa está pensado para tontos y además se lo esconde.

Cuando un programa se hace para tontos, corres el riesgo de que sólo lo utilicen tontos (Linux Tordvals)

Pero si encima a los tontos les escondes las opciones que deberían utilizar y les invitas a las que no deben utilizar...

¿No habéis puesto un montón de retornos de carro seguidos en alguna ocasión en word?

¿Y que tal un montón de espacios o tabuladores seguidos?

Y así mil ejemplos...

Pero aún hay más, no se vayan todavía (Super Ratón)

Resulta que empiezas sin estilos, pero cada vez aparecen más, se crean solos espontáneamente y se reproducen como conejos

Hay que vigilar continuamente y tener mucho cuidado para no tener tantos estilos como líneas de texto

Y aún hay más (otra vez super ratón)...

A pesar del cuidado que tuve, no se podía configurar el formato de todas las tablas que puse de puntuaciones. Tuve que desplazarlas y cambiar el ancho de las columnas una a una

Esto me llevó al pasado, cuando buscaba un buen sistema de "edición de textos" para escribir la documentación de nuestros programas.

Poco han cambiado las cosas en este tiempo...

¿Qué quiero yo?

* Quiero algo en lo que escriba sin fijarme en los formatos

* Que le diga, esto es un título, esto está resaltado, esto es una lista y aquí va un subtítulo, etc...

* Que funcione con plantillas (que tenga y se puedan crear nuevas)

Para la documentación de la librería que estoy escribiendo, opté por que el formato de salida fuera html (por los hiperenlaces)

Utilizo un wiki llamado muse que funciona con emacs. Está muy, muy bien conseguido

Ejemplo de documento

* Título

** Subtítulo

Ahora un texto sin más

- Esto es una lista

- Que sigue aquí

- Esto es una "sublista"

Un ejemplo de **resalte**

etc...

Me gusta porque guarda ficheros de texto plano que puedes ver, manipular y poner en un control de versiones (yo lo tengo en git)

Me gusta porque emacs/muse trabaja muy bien (con diferentes formatos visuales para títulos, resalte, etc.. y además con hiperenlaces en el editor)

Me gusta porque es difícil no trabajar con estilos. Si generas html (también puedes generar pdf y otros), le puedes poner un css (como debe ser, hombre)

¿Y no hay otras cosas aún mejores?

¿Qué opinas? ¿Conoces algo?

Creo que la mejor solución es LaTeX (permiso para escribirlo así de mal, no estoy en un editor serio)

LaTeX funciona como tiene que funcionar y eso que lo inventaron hace ¿30 años?

Una opción muy interesante que también vale para no tan machotes es Lyx. Hace años lo probé y me encanta su filosofía, pero para crear plantillas de documentos o cosas tan sencillas como encabezados, tienes que bajar a nivel de LaTeX/TeX

Un editor interesante para LaTeX es texmacs, pero parece que no es un proyecto muy activo

Hace años probé KWord y se convirtió en una esperanza. Tenía una filosofía diferente a word y compañía, pero... no terminó de ser ese cambio que esperaba y peor aún, nunca terminó de ser un producto estable utilizable

El término infumable WYSIWYG que tanto se puso de moda y sigue teniendo mucho peso, es una operación de marketing basada en una idea que no tenía que ver con el problemea.

Vamos, que nos dieron gato por liebre (menos a los machotes que utilizaban LaTeX a pelo, a eso no les engañaron)

No sólo WYSIWYG no se preocupa de separar contenido y formatos, además está pensado para que escribas para una página A4, A5, letter

No podrás cambiar sin dolor y sufrimiento a otro tamaño de página, márgenes, pasarlo a html y que quede bien... todo está pensado para que quede bien en un solo formato

Tampoco puedes ponerlo a dos columnas por ejemplo

No podrás cambiar el aspecto general para hacerlo homogéneo con otros documentos.

Difícilmente podrás mantener un documento homogéneo, como para que lo sea con otros tuyos.

¿Homogéneos con los de otras personas en word o amigos? juaaaasss, juaaaaassss

LaTeX es capaz de meter sutiles e inapreciables diferencias en el interlineado para ajustar los elementos y cuadros de una forma elegante, por ejemplo (y sin que se lo digas explícitamente)

Cada varios años reviso el estado de los editores y la cosa ha cambiado muy poco

Ya sabrás que todos los libros técnicos se escriben en LaTeX.

Todos los libros y artículos científicos se hacen en LaTeX

Y quedan bastante bien

¿LaTeX es la solución?

Yo creo que Lyx es una idea más práctica (utiliza LaTeX sin rubor) pero todavía me falta alguna cosilla

Para personalizar con detalle en Lyx, me da la impresión de que debes crear tus propias clases de LaTeX, pero eso ya no se hace fácil (o simplemente no se hace desde Lyx)

Luego puedes necesitar crear los modelos de representación en pantalla en Lyx (Layouts)

Y ambas cosas requieren estudiar LaTeX y algo más

windows tactics vs linux

http://www.fayerwayer.com/2010/01/correos-electronicos-revelan-estrategia-de-microsoft-frente-a-su-competencia/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+fayerwayer+(FayerWayer)

Correos electrónicos revelan estrategia de Microsoft frente a su competencia

Debido a la investigación realizada por el caso anti-monopolio Comes vs Microsoft, se ha publicado una impresionante cantidad de correos electrónicos entre Bill Gates, Steve Ballmer, Jim Allchin y otros importantes miembros de la compañía, en donde se puede ver cómo manejaron las distintas amenazas a su imperio a través de los años.

Los documentos son en su mayoría de la década del ‘90, cuando Bill Gates encabezaba la compañía. Muchos de ellos están clasificados como confidencial y altamente confidencial, y revelan una actitud de competencia bastante agresiva. En esa época muchos sospechaban de que algunas acciones pro-monopolio eran definitivamente intencionales, y estos documentos dejan en claro que aquellas sospechas no estaban tan lejos de la realidad.

Los documentos han sido recolectados por el sitio Groklaw.net y poco a poco se han ido transcribiendo desde los originales (PDF). Esta tarea no está completa, por lo que probablemente se encontrarán nuevos antecedentes a medida que se vayan procesando los documentos.

En este artículo transcribimos algunos capítulos que nos parecieron muy interesantes, y aunque es probable que no quede mucho de esta actitud en Microsoft hoy en día, creemos que estos documentos tienen un gran valor en la historia de la computación.

Compatibilidad con la Web

Cuando Microsoft se dio cuenta del potencial de internet, no sólo trató de dominar los estándares sobre la que fue construida, sino que también planeaba modificar esos estándares para que sus competidores se convirtieran en incompatibles. Tratar de extender HTML para que funcionara bien sólo con sus productos e integrar Internet Explorer profundamente en Windows fue parte de la estrategia.

Office Rendering, Bill Gates, Diciembre de 1998:

Permitir que los documentos de Office se visualicen bien por los navegadores de otros es una de las cosas más destructivas que podemos hacer a la compañía. Debemos dejar de poner cualquier esfuerzo en esto y asegurarnos de que los documentos de Office dependan profundamente en las capacidades propietarias de Internet Explorer.

HTML “openness”, Bill Gates, Enero de 1997:

Recientemente hubo un intercambio de correos con gente en el grupo de Office respecto a Office y HTML.

En un correo se sugiere que Office debe funcionar bien con todos los browsers y que no deberíamos forzar a los usuarios de Office a usar nuestro browser. Esto es incorrecto y quiero corregirlo. Otra sugerencia en este correo era que no podemos hacer nuestras propias extensiones unilaterales a HTML. Voy a decir que esto estaba mal y también lo corregiré.

En todo caso creo que es mejor asegurarme de que tengamos un consenso a nivel de la gente involucrada en este correo antes de declarar esto.

Mi visión es que en orden de mantener una fuerte posición como sistema operativo, tenemos que mejorar la API de Windows y hacer que Trident esté completamente integrado (N.del.E: Trident es el motor de render de Internet Explorer). No podemos enfrentar la API de Windows contra Trident – deben ser complementarias aunque Trident deje obsoletas algunas llamadas de Windows.

Pienso que debemos hacer que Trident sea extremadamente difícil de clonar. Pienso que deberíamos patentar partes de Trident y hacer extensiones a Trident en forma permanente.

Reconcilio esto con nuestras declaraciones sobre HTML al decir que necesitamos tener tags que sean específicos para Office/Windows/Microsoft.

Algunas personas podrían estar en desacuerdo de que pongamos algo propietario en el navegador. Si es así, tendremos que dejar de ver a HTML como algo central en nuestra estrategia y buscar otra.

Luego se refiere al manejo de Java y su interfaz gráfica de la época (AWT) para dejarlo en desventaja respecto a aplicaciones dependientes de Windows:

Creo que el camino que estábamos siguiendo al construir sobre AWT nos llevaba a un desastre seguro. Estábamos creando una situación en donde las aplicaciones 100% Java se verían tan bien como aplicaciones Windows, algo que tenemos que evitar.

ms-microsoft-logoCómo manipular ACPI para perjudicar a la competencia

ACPI es un estándar para la administración de energía, y se usa fuertemente en laptops en aspectos que van desde obtener información de la batería, hasta manejar la suspensión e hibernación del equipo. Veamos que pensaba Bill Gates sobre ACPI

ACPI extensions, Bill Gates, Enero de 1999:

Algo que me he estado preguntando es sobre si deberíamos intentar de hacer extensiones al ACPI que sean específicas para Windows. Es desafortunado hacer este trabajo (definir ACPI) y conseguir que nuestros partners hagan el trabajo y al final resulta que Linux funciona genial sin tener que hacer este trabajo.

Quizás no hay forma de evitar este problema, pero me molesta. Quizás podríamos definir la API de tal forma que funcione bien con NT y no con otros, aunque sean abiertos. O quizás podríamos patentar algo relacionado con esto.

De todas formas, al final de cuentas Bill Gates no tendría que haber estado tan preocupado, ya que cada fabricante de BIOS interpretó la especificación a su propia manera y cada uno de ellos resultó con su propia colección de bugs. Es por este motivo que por mucho tiempo fue complicado que otros sistemas operativos usaran completamente la implementación ACPI de cada computador. Como ejemplo, revisen el bonus track que se encuentra al final de este artículo.

No perder ningún mercado, no perder frente a Linux

Durante un tiempo, Microsoft comenzó a ver que muchos gobiernos estaban interesados en Linux como una alternativa para bajar costos, especialmente en el área de educación.

Las ventas del sistema operativo Windows se deben principalmente a computadores nuevos, en donde el sistema operativo se vende como si fuera algo inseparable del computador. Cuando los usuarios se dieron cuenta de que podían comprar computadores sin Windows, Microsoft creó una estrategia interna llamada EDGI (Education and Government Incentives), para usar cuando se encontraran en riesgo de perder frente a Linux.

EDGI, David Driftmier, Agosto del 2002:

Poco antes de MGB, Orlando envió un correo para presentarles un nuevo programa para equiparlos con una nueva herramienta que asegure que nunca perdamos frente a Linux – el programa de Incentivo a Educación y Gobierno (EDGI)

[...]

¿Qué es EDGI? es tanto un proceso para responder a grandes amenazas de la competencia, como una fuente de financiamiento para nivelar el terreno entre Windows y Linux cuando el negocio involucra la compra de nuevos PC’s

[...]

¿Cuándo debo pedir financiamiento bajo EDGI? EDGI debe ser usado sólo cuando todos los otros intentos de cerrar el negocio se hayan agotado y el cliente vaya a comprar computadores con Linux.

En otro correo también se puede ver que las donaciones podían ser un posible camino de solución

Windows royalties for school projects, Carl Sittig, Mayo del 2002:

Cómo se indica más abajo, hay una presión hacia el código abierto en el gobierno (de Malasia). El Primer Ministro ha solicitado mirar al código abierto como una alternativa en general y podría ser implementado para el proyecto escolar.

El problema que enfrentaban en ese tiempo era que Windows 98, el sistema usado en Malasia, se acercaba al fin de su vida útil, y la migración a un sistema basado en NT (como XP) no era conveniente desde el punto de vista de los costos.

La respuesta de Richard Fade, Senior Vice President de la división OEM fué simplemente:

¿El equipo local de Microsoft puede hacer una donación?

Los famosos reportes de Costo Total de Propiedad (TCO)

No es un gran misterio que los reportes comparativos respecto al costo total de propiedad siempre pueden ser ajustados para favorecer a un sistema frente a otro, sobre todo si el fabricante de uno de ellos lo financia.

En el año 2002, IDC publicó un reporte en donde el TCO era favorable a Windows respecto a Linux en el área de servidores. El reporte fue bastante citado en esos años como una demostración de superioridad de Windows sobre Linux como servidor. Pero veamos qué se pensaba al interior de Microsoft:

Please review RE Linux Compete, Kevin Johnson, Octubre del 2002:

Me gustaría ser capaz de mostrar que una solución Windows mejor TCO que Linux y ser capaz de cuantificarlo. No me gusta el hecho de que el reporte nos muestre perdiendo en el área de servidores web. No me gusta el hecho de que el reporte nos muestre perdiendo en el área de disponibilidad (Windows estuvo abajo más que Linux). Y no me gusta el hecho de que el reporte no diga que nada nuevo viene con el servidor Windows.NET. Yo no lanzaría este reporte con el texto “patrocinado por Microsoft” en la portada. Con eso, tendremos a IBM y muchos clientes sacando frases sobre lo poco confiable que es Windows 2000 en servidores comparado con Linux y siendo más caro en servidores web. El análisis de que Linux es grandioso en ciertas áreas y que cada vez se vuelve más fuerte echará carbón al fuego.

Luego Peter Houston pregunta sobre si hay un reporte equivalente sobre Windows versus Linux pero de Gartner. Kevin Johnson responde:

Hemos sido incapaces de lograr que cualquier firma importante (aparte de IDC) haga un estudio de este tipo. Y estoy preocupado de que las mismas deficiencias aparezcan en un estudio riguroso, o incluso peor. (Windows.NET Server 2003 ayudará un montón, pero pienso que estamos a 18 meses de tener el producto liberado e implantado en suficientes lugares como para rehacer el estudio).

Nos acercamos a Garnter para hacer este estudio (en vez de IDC) pero se negaron. Dijeron que era porque no sabían si su modelo de TCO era aplicable a Linux. Personalmente me pregunto si ellos quieren entrar o no en este debate. Ustedes saben que Linux es bueno para el negocio. En cambio, IDC pareciera disfrutar el tener que defender su estudio en público.

Una de las dudas que se planteaba era si indicar o no que el estudio había sido patrocinado por Microsoft. Peter Hudson, quien presenta el estudio en el sitio de Microsoft, dice:

Puedo lograr que eliminen el nombre de Microsoft del reporte. Sigo preocupado de que de todas formas se sabrá que lo patrocinamos y no sé qué tanta ventaja nos dará quitar el nombre. Hay que notar que también tendremos que hablar a la prensa sobre el reporte en algún momento (deberíamos asumir que se va a saber – y podríamos proactivamente entregarlo a la prensa amiga de Microsoft – si es que eso existe!) y nos preguntarán cuál fue nuestro rol, y será evidente que lo patrocinamos.

Bill Gates involucrado con el desarrollo de los productos

Además de las referencias a Linux, en el material publicado se pueden encontrar múltiples referencias a otras amenazas como DR-DOS, OS/2 y Java, pero también se pueden ver algunas conversaciones técnicas interesantes.

En varias partes se puede ver que Bill Gates estaba bien involucrado en los proyectos. Por ejemplo hay una en donde se plantean las ideas fundamentales de las mejoras que se aplicarían para que el sistema se sintiera más rápido, sin serlo necesariamente.

Applications boot time, Bill Gates, Marzo de 1997:

He sido insistente al tratar de encontrar formas de hacer que nuestras aplicaciones se inicien más rápido. Tenemos que hacerlo, es la razón por la que la gente cree que nuestras aplicaciones son muy grandes.

Entre varios correos sobre el tema, Darryl Rubin responde:

Además hay formas de mejorar la ilusión del tiempo de inicio. Sería muy fácil para una aplicación presentar la ventana de la aplicación y la primera página del documento (o la página que el usuario visitó antes), incluso si esto es una cortina de humo mientras se carga el resto de la aplicación y se deja funcional. [...] Creo que esto además de otros trucos pueden resultar en una mejora drástica en el rendimiento percibido al iniciar.

Bonus track: Las incompatibilidades de ACPI

En el año 2008 un usuario llamado Ryan Farmer se quejaba de los problemas que tenía con Linux para suspender y resumir su laptop. Estas tareas son realizadas por el subsistema ACPI y es un hecho conocido de que muchas BIOS tienen implementaciones defectuosas. Pero este usuario, que tenía habilidades para revisar la implementación de ACPI encontró un problema mayor : La BIOS había sido sospechosamente ajustada para funcionar sólo con Windows.

En su blog, comentó:

Después de ver el código desensamblado del BIOS por varias horas, reinicarlo y ajustarlo, diría que esto es muy intencional. He encontrado comprobaciones redundantes para asegurarse de que está corriendo sobre Windows, independiente de que el sistema operativo le diga que lo es, y por supuesto causa errores fatales que llevan a kernel panic en FreeBSD y Linux, están repartidos por todos lados, incluso en la parte que es sólo para Windows, y los he corregido.

No, esto se ve extremadamente calculado, es como si supieran que alguien probablemente lo examinaría así que intentaron plantar un campo minado. Así que si es un error, o incompetencia, es la más meticulosa, enfocada y atrevida incompetencia que he visto.

Y como broche de oro, esta es parte de la conversación entre Ryan y el fabricante FoxConn

FoxConn: Como no estás satisfecho con el producto, usando un sistema operativo no soportado ni certificado, por favor contacta al distribuidor para que te devuelvan el dinero

Ryan: Aprendan a escribir una BIOS antes de vender hardware con especificaciones falsificadas. Estuve depurando su BIOS AMI, y el soporte de ACPI está lejos de cumplir con los estándares. Envié un volcado de los datos de depuración al sistema de seguimientos de bugs de Canonical, para que podamos implementar un parche para las tablas ACPI que estan malas en su BIOS. Espero que sean parte de la solución en vez del problema. Hacer enojar a los clientes diciéndoles que vayan a comprar una copia de Windows Vista no es un servicio. Su producto dice que cumple con ACPI y no lo hace, por lo tanto están engañando al publicitar características que no cumple.

FoxConn: Estás equivocado al decir que nuestra tarjeta madre no cumple con ACPI. Si no lo fuera, entonces no habría recibido la Certificación WHQL de Microsoft. (N.del E. !!!)

Ryan: Encontré tablas DSDT separadas que la BIOS entrega específicamente a Linux. Cambié esto para que Linux apuntara a las tablas de Windows Vista y eso solucionó todos los problemas. Aunque acepto que tengan algun tipo de Certificacion Microsoft (lo que no me sorprende), eso no hace que su placa cumpla con ACPI, sólo que Windows puede hacer frente a problemas técnicos que fueron adaptados especialmente para favorecerlo.

Finalmente Ryan termina con:

Ellos detectan que es Linux, le dan una tabla DSDT mala, que a primera vista se ve bien, pero está rota en forma sutil de manera que algunas cosas funcionan, pero no correctamente. Los llamas para preguntar por qué su placa no corre bien con Linux y te dicen que vayas a comprar Vista.

Actualización: Germán Póo comparte un par de links en donde se puede ver el final de la historia entre Ryan y FoxConn. Estrictamente hablando el problema original se encontraba en el BIOS provisto por AMI, y fue usado por varios otros fabricantes además de FoxConn. Lo inexplicable de este asunto es que Windows tenía un parche para uno de los bugs, 22 meses antes de que AMI publicara su BIOS.

Finalmente, un par de ingenieros de FoxConn se contactaron con Ryan para corregir el problema y publicaron toda la información sobre el caso en los foros de Ubuntu. Heart Zhang de FoxConn termina diciendo:

Y aquí quiero decir Gracias a todos Ustedes los entusiastas de Linux. A partir de este caso, Ryan y todos Ustedes nos dieron una lección. Y además como nuestro plan, tomaremos más tiempo para hacer pruebas sobr Linux. Estoy seguro de que Linux se está convirtiendo en un sistema operativo más grande y popular.

lunes, enero 18, 2010

blog fuckoski y amigos

http://www.perspicalia.com/

todo en este sitio merece la pena

entrevista a fuckowski

http://blogs.20minutos.es/ezcritor/post/2006/06/14/fuckowski-memorias-un-ingeniero-

Fuckowski: Memorias de un Ingeniero.
Igual que el Siglo de Oro tiene sus clásicos, Internet también. Alfredo de Hoces, ha escrito el primer clásico de Internet “Fuckowski, memorias de un ingeniero” ¿O acaso este comienzo no es ya un clásico -para cualquier internauta que se precie- capaz de rivalizar con “En un lugar de la Mancha…”? “Existe una línea marrón que divide a la humanidad en dos grandes grupos: aquellos que nacen por encima de la línea de flotación y tienen una vida y los que nacemos hundidos en la mierda y tenemos que darnos de hostias por salir a respirar”
Ganador del Primer Premio Novela 2005 “Yo escribo.com”, Alfredo de Hoces, nos muestra la vida tal cual es, sin medias tintas > “Aquello era como hacer el 69 con un travestí. Por una parte no se podía negar que daba cierto placer pero, por otra, te comías una polla” Con un agudo sentido del humor y una prosa exacta que huye de las formas arcaicas con las que se auto masturban y aburren los escritores actuales, Alfredo de Hoces, ha escrito la novela que Buckowski hubiera escrito si, en lugar de haber vivido en E.E.U.U, hubiera vivido en Málaga y estudiado ingeniería. La mejor novela que he leído en años: terminas de leerla y no piensas que has leído un libro sino que has leído el alma de una persona, que tienes un nuevo amigo: no me ha pasado nada igual desde que leí "El guardián entre el centeno".
-¿Cuál es la otra historia de este libro? ¿Por qué decidiste escribirlo, cuánto tiempo tardaste, cómo conseguiste que te fuera publicado?
"Me vine a vivir a Dublín hace tres años, para romper con la rutina y con una situación laboral que apenas me dejaba tiempo libre. Quería viajar, conocer gente, sentirme vivo, seguir creciendo. Y empezar a escribir; la idea me rondaba por la cabeza hacía meses. Entré a trabajar en una empresa de software después de medio año desconectado del mundillo, y de pronto todo el mundo hablaba de los “blogs”. Mi blog esto, mi blog lo otro. Lo primero que pensé es que sería otra de tantas gilipolleces con las que la gente se da importancia, pero luego navegué un poco por la red y me di cuenta de que estaba totalmente en lo cierto.
Total que me hice un blog de esos y empecé a escribir pequeños relatos, como ejercicio catártico en clave de humor. Intentaba sobreponerme al día a día con una sonrisa, ver mi situación en perspectiva, darme ánimos, recordarme a mí mismo las cosas importantes de la vida. No creía que aquello le fuese a interesar a nadie pero, para mi sorpresa, pronto empecé a recibir comentarios y correos de multitud de desconocidos que decían haberse sentido identificados leyendo mis desvaríos, me agradecían el buen rato pasado y me animaban a seguir. En tres meses tenía once relatos, unas cien páginas. Un lector me sugirió presentarme a algún concurso literario, y sólo entonces me di cuenta de que había escrito un libro. Lo presenté al "IV Concurso de Novela YoEscribo.com", y gané el premio: 3000 euros, una semana en Mallorca, y la publicación de una tirada de 500 ejemplares."
-¿Cuántos ejemplares has vendido de tu libro?
"La primera edición está a punto de agotarse; todas las semanas recibo algún pedido. No está nada mal teniendo en cuenta que la novela sólo se vende por internet y que además se puede leer gratis en mi página. Quien la compra lo hace porque quiere conservarla en papel, regalarla a alguien, o simplemente como gesto de agradecimiento."
-¿Estás contento por haber publicado?
"Por supuesto que ver mis historias en edición impresa me produjo una gran satisfacción, pero no le doy más importancia de la que tiene: es un simple concurso que alguien tenía que ganar. Lo que realmente me llena es haber conseguido utilizar la escritura para comunicar algo importante a otras personas. Hay quien me ha dicho que mi novela le ha ayudado a darse cuenta de ciertas cosas, o que incluso le ha dado el empujón que necesitaba para dejarlo todo y echar a volar en busca de sus sueños. Eso para mí vale mucho más que tres mil euros."
-¿A qué te dedicas en la actualidad?
"Compagino mi trabajo de ingeniero informático con mis aficiones, principalmente la música y la literatura. Toco la guitarra, escribo y leo todo lo que puedo."
-¿Qué piensas del panorama literario actual?
"Me parece excesivamente comercial: hoy en día todo se enfoca como un negocio. Se crean productos de bajo coste que generen beneficios lo más rápidamente posible y se olviden con igual rapidez para dejar espacio a productos nuevos. Es la rueda del consumo en la que tan fácil es quedar atrapado: antes de que desaparezca el espejismo y sintamos el vacío, ya tenemos otro espejismo disponible. En mi opinión, el consumo compulsivo de sensaciones efímeras alimenta la estupidez y deja morir de hambre al alma. Con el tiempo llegan las crisis, el vacío existencial... en algunos casos ya es demasiado tarde."
-¿Te han pasado a ti los hechos que cuentas en tu libro?
"El libro es básicamente autobiográfico, con algunas licencias poéticas. Me interesa más el qué que el cómo, así que con frecuencia recurro a la metáfora para hacerme entender. Pero sí, todo está basado en experiencias propias."
-¿Eres tú Fuckowski?
"Fuckowski es un alter ego, una parte de mí sometida a unas circunstancias concretas."
-¿Has tenido problemas con alguna persona por haberla utilizado como personaje de este libro?
"Es curioso, hay quien me ha tachado de misógino por el capítulo en el que hablo de mi ex novia, y sin embargo a ella le encantó. Uno de mis mejores amigos, Álvaro, que inspiró a Pijoski, se reconoció en la novela y me felicitó. Es cuestión de tomarse las cosas con humor; supongo que todos nos ofendemos en la misma medida en que nos odiamos a nosotros mismos."
-Sin duda, el episodio que más me ha gustado es cuando decides no ir a trabajar por cuidar un pájaro que encuentras tirado en la calle. No recuerdo nunca haber leído una metáfora más hermosa contra el sin vivir de nuestros días…
"Lo del pájaro es verídico. Era un pichón muy joven que se había caído del nido; lo tuve en mi habitación durante semanas. Contemplar a esa criatura desvalida y temblorosa luchar por la supervivencia, ir recuperando poco a poco las energías, ganarse su libertad a golpe de puro instinto, verla convertirse ante mis ojos en lo que estaba destinada a ser, fue una gran experiencia que me hizo recuperar la fascinación por el milagro de la vida."
-¿Has tenido alguna vez una relación sexual con un animal?
"He tenido sexo con animales e incluso con vegetales (un melón). Con minerales lo veo más complicado... Bromas aparte, cuando voy a casa de mis padres duermo con dos perros y un gato; hay tocamientos pero siempre son por encima de la ropa. ¿Eso cuenta?"
-¿Tu perro se llama realmente Satán?
"A mi perro le cambié el nombre para preservar su anonimato. En la novela le puse Satán en honor al fiel compañero de aventuras del Hombre Enmascarado, un cómic que solía leer de niño. Satán era un lobo negro al que el Hombre Enmascarado adopta de cachorro. Siempre me fascinó esa mezcla de fiereza y lealtad. Al siguiente perro que tenga le pondré Satán, sin duda."
-¿Eres satánico?
"Ser satánico es tan irracional como creer en Dios. Soy ateo, así que el satanismo queda descartado. Eso sí, todo lo que me fascina ha sido tildado alguna vez de demoníaco o maldito. Ya dejó claro Nietzsche en “El anticristo” que al ser el cristianismo, en su versión distorsionada por la iglesia católica, una filosofía totalmente anti natura, todo lo que estuviese cercano a la naturaleza y a la vida, lo pagano, sería etiquetado automáticamente de obra del demonio, el eterno antagonista de dios. Me gusta la interpretación de la historia del ángel caído como la de aquel que, al estar suficientemente cerca de dios, se dio cuenta del engaño y fue por ello desterrado, calumniado y silenciado. Cuando nos habla el instinto y el sentido común, la iglesia dice que “el diablo nos tienta”. El fruto prohibido es el conocimiento del bien y del mal: es propiedad exclusiva de Dios. Las normas son indiscutibles y cuestionárselas supone la expulsión del paraíso. Esta táctica de manipulación que puede parecer tan obvia sigue perfectamente vigente en nuestros días: es la piedra angular del fascismo en política e incluso en el entorno laboral o familiar. Todos tenemos miedo a cuestionarnos los actos de nuestros líderes: los dejamos hacer lo que quieran, les cedemos el poder a cambio de protección. Así no vamos a llegar a ninguna parte. Por suerte siempre hay mentes rebeldes y lúcidas que se lo cuestionan todo y ayudan a despertar otras mentes. Se me viene a la cabeza Noah Chomsky."
-¿Cuánto tiempo llevas escribiendo tu blog? ¿Te ha dado problemas alguna vez, has tenido problemas de acoso con alguien?
"Ya llevo dos años con la página, y por ahora solo me ha proporcionado satisfacciones. Nada ni remotamente parecido al acoso; todo lo contrario. Incluso me han pedido matrimonio...
He contactado con gente muy interesante, como Javier Malonda, premiado en "20minutos" por su página "El sentido de la vida", con el que mantengo una buena amistad.
Eso sí, siempre hay quien te pone a caer de un burro por el motivo más insospechado; alguna que otra vez recibo algún correo de alguien que le manda recuerdos a mi madre. Es el precio a pagar por atreverse a opinar. Pero bueno, creo que tal y como están las cosas, para caerle bien a todo el mundo hay que convertirse en gilipollas."
-¿Cuáles son tus proyectos artísticos más inmediatos?
"Ahora mismo estoy escribiendo mi segunda novela, en la que cuento mis peripecias por Irlanda. En Dublín he conocido a mucha gente en mi misma situación; personas que lo han dejado todo para salir al mundo a buscar ese algo más. Despertar una mañana en un lugar en el que no se habla tu idioma, donde las costumbres son diferentes, donde todo está por descubrir, e ir poco a poco construyéndote una vida, es una experiencia muy enriquecedora. Te sientes renacer, recuperas partes de ti mismo que habías olvidado. En esta novela intento reflexionar sobre todo ello."

memorias de un ingeniero

Sensacional

gracias fuckosky

http://www.perspicalia.com/fuckowski-on-line

miércoles, enero 13, 2010

Asimov sobre ciencia y religión

Esta es la introducción de su libro "x representa lo desconocido"

Como de costumbre, magistral introducción


INTRODUCCIÓN

Cuando me hallaba aún en mi primera adolescencia y estudiaba en la escuela secundaria, el farmacéutico local (al recordarle ahora, comprendo que no era muy inteligente) se empeñó en demostrarme, mediante una prueba muy sencilla, la presencia de un poder divino.
Me comentó:
—Los científicos no pueden siquiera sintetizar la sacarosa, algo que casi todas las plantas pueden hacer.
Esto me sorprendió.
—¿Y qué? -dije-. Hay millones de cosas que los científicos ignoran y no pueden hacer. ¿Qué tiene que ver eso?
Sin embargo, el farmacéutico me apabulló e insistió en que la incapacidad de sintetizar la sacarosa -que, dicho sea de pasada, me imagino que los químicos sí pueden hacer- demostraba la existencia de un ente sobrenatural. Yo era demasiado joven para estar seguro de mí mismo y no sonrojarme en presencia de un adulto; por consiguiente, no quise continuar la discusión, aunque en modo alguno estaba convencido, ni mi propia opinión había variado en lo más mínimo.
Es un error común. Parece existir la vaga noción de que algo omnisciente y omnipotente tiene que existir. Si se puede demostrar que los científicos no lo saben todo ni lo pueden todo, ello prueba que existe otra cosa que es omnisciente y omnipotente. Dicho en otras palabras: si los científicos no pueden sintetizar la sacarosa, Dios existe.
Bueno, Dios puede existir; no voy a discutir aquí esta cuestión, pero esta clase de argumento no es suficiente para demostrar lo que se pretende. En realidad, un argumento semejante sólo puede ser formulado por personas que no comprenden lo que la Ciencia significa en su totalidad.
La Ciencia no es una colección de resultados, de capacidades o incluso de explicaciones. Eso son productos de la Ciencia, pero no la Ciencia misma, de la misma manera que una mesa no es la carpintería, ni plantarse en la meta es una carrera.
Los resultados, capacidades y explicaciones producidos por la Ciencia son experimentales y, posiblemente, equivocados en todo o en parte. Casi con toda seguridad, son incompletos. Pero nada de esto implica fallos o insuficiencias de la Ciencia misma.
La Ciencia es un proceso; es una manera de pensar; una manera de enfocar y, posiblemente, resolver problemas; un camino por el cual se pueden deducir un orden y un sentido a partir de observaciones desorganizadas y caóticas. Por medio de él podemos llegar a conclusiones útiles y a resultados convincentes y sobre los cuales existe una tendencia a estar de acuerdo. Estas conclusiones científicas son comúnmente consideradas como un acercamiento razonable a la «verdad», sujeto a ulteriores correcciones.
La Ciencia no promete la verdad absoluta, ni considera que ésta deba existir necesariamente. La Ciencia no promete siquiera que todo lo referente al Universo pueda someterse al proceso científico.
La Ciencia trata sólo de aquellas porciones y condiciones del Universo que pueden ser razonablemente observadas y para las que son adecuados los instrumentos que emplea. Los instrumentos (incluidos los inmateriales, como las Matemáticas y la Lógica) pueden mejorarse con el tiempo, pero no existe garantía de que puedan perfeccionarse indefinidamente hasta el punto de superar todos los límites.
Más aún, incluso cuando trata de cuestiones susceptibles de observación y de análisis, la Ciencia no puede garantizar que se obtenga una solución razonable en un tiempo determinado. Se puede sufrir un largo retraso por falta de una observación clave o de una oportuna chispa de inspiración.
Por consiguiente, el proceso de la Ciencia presupone un lento movimiento de avance a través de las porciones alcanzables del Universo; una revelación gradual de partes del misterio.
El proceso puede no terminar nunca. Es posible que nunca llegue el momento en que todos los misterios estén resueltos, en que no quede nada que hacer dentro del campo en el que puede actuar el proceso científico. En consecuencia, en todo momento -por ejemplo, ahora- existen problemas sin resolver, pero ello no demuestra nada con respecto a Dios, ni en uno ni en otro sentido.
Y yo diría que esta perpetuación eterna del misterio no debe ser causa de inquietud. Antes bien, debe producir un tremendo alivio. Si se hubiesen contestado todas las preguntas, resuelto todos los enigmas, desdoblados todos los pliegues, alisadas todas las arrugas del tejido del Universo, habría terminado el juego universal más grande y más noble, y la mente no tendría ya nada que hacer, salvo consolarse con trivialidades.
Insoportable.
Si presumimos la existencia de un ser omnisciente y omnipotente, un ser que sabe y puede hacer absolutamente todo, yo, en mi propia limitación, diría que su existencia sería por ello insoportable. ¿Nada sobre lo que preguntarse? ¿Nada sobre lo que reflexionar? ¿Nada que descubrir? La eternidad en un cielo semejante sería, sin duda, indistinguible del infierno.
Hace unos años escribí un cuento sobre un ser omnisciente y omnipotente (y, por ende, eterno) que había creado un universo concebido de manera que diese origen a formas innumerables de vida inteligente. Entonces reunió grandes cantidades de estas formas de vida y les encargó la tarea de hacer nuevos descubrimientos, en la quizás inútil esperanza de que una de ellas pudiese descubrir que el ser no era del todo omnisciente, y pudiese inventar un método (desconocido para el ser) de descargar de sus hombros el insoportable peso de la inmortalidad.
Así, pues, dada mi creencia de que lo verdaderamente delicioso se halla en el descubrimiento más que en el conocimiento, tiendo a escribir mis ensayos científicos no describiendo lisa y llanamente el conocimiento, como si bebiera de alguna fuente de todo saber, sino que, siempre que puedo, describo la manera en que ha llegado a saberse lo que se sabe; cómo ha sido descubierto, paso a paso.
Y también he encontrado un título para esta colección particular.
En el curso de los últimos diecisiete meses, escribí una serie de ensayos divididos en cuatro partes sobre el espectro electromagnético. (Como suele ocurrir en tales casos, había acariciado la presunción de que sería capaz de tratar la cuestión en un solo ensayo; pero estos ensayos se escriben ellos mismos, y poca cosa puedo yo hacer.)
Titulé el cuarto de estos ensayos X representa lo desconocido, por razones que veréis claramente cuando lo hayáis leído. Sin embargo, al meditar sobre las virtudes de lo desconocido y las delicias de forcejear con ello, y el alivio de descubrir que no desaparecerá por mucho éxito que tengamos en el forcejeo, decidí aplicar el título al libro en su totalidad.

Que la X esté siempre con nosotros para darnos satisfacción.

martes, enero 12, 2010

Lectura imprescindible de ISAAC ASIMOV

Lo Antiguo Y Lo Definitivo
Isaac Asimov


Hace unas tres semanas (en el momento de escribir esto) asistí a un seminario en un lugar al norte del Estado de Nueva York, un seminario sobre las comunicaciones y la sociedad. Yo no tenía mucho que hacer, pero estuve allí cuatro días, así que tuve la oportunidad de enterarme de las actividades que se estaban desarrollando.
La primera noche asistí a una conferencia excepcionalmente buena dictada por un caballero extraordinariamente inteligente y encantador, que trabaja en el campo de las cintas de vídeo. Con argumentos atractivos, y en mi opinión irrefutables, afirmó que las cintas de vídeo representaban la tendencia del futuro en el campo de las comunicaciones, o al menos una de las tendencias.
Señaló que los programas comerciales destinados a cubrir los tremendos gastos de las cadenas de televisión y de los terriblemente ávidos anunciantes no tenían más remedio que atraer a audiencias de decenas de millones de espectadores.
Como todos sabemos, los únicos programas que tienen alguna posibilidad de agradar a entre veinticinco y cincuenta millones de personas son los que evitan cuidadosamente la posibilidad de ofender a nadie. Cualquier cosa que pudiera darles un poco de sabor o de variedad ofendería a alguien y se habría perdido la partida.
Así que sólo sobreviven las papillas insípidas, no porque sean especialmente agradables, sino porque tienen buen cuidado de no resultar desagradables para nadie. (Bueno, a algunas personas, como a usted y a mí, por ejemplo, nos desagradan, pero cuando los magnates de la publicidad contabilizan el número de ustedes y yoes, y de gente como nosotros, el resultado final les provoca desdeñosas carcajadas. )
Pero las cintas de vídeo, capaces de complacer a los paladares más peculiares, sólo venden contenido, y no tienen por qué enmascararlo con un barniz falso y costoso o con la presencia de alguna renombrada estrella del espectáculo. Si se lanza una cinta sobre estrategias de ajedrez con símbolos de las piezas de ajedrez moviéndose sobre un tablero, no es necesario añadir nada más para vender un número x de copias a un número, x de fanáticos del ajedrez. Si cada cinta se vende a un precio que cubra los gastos de su edición (más un honrado margen de beneficios), y si el número de ventas está de acuerdo con lo calculado, entonces todo va bien. Es posible que alguna cinta venda menos de lo previsto, pero también es posible que otra venda mucho más de lo que se esperaba.
Para abreviar, el negocio de las cintas de vídeo sería bastante parecido al de las editoriales.
El orador expuso este punto con toda claridad, y cuando dijo: «El manuscrito del futuro no será un fajo de papeles torpemente mecanografiados, sino una secuencia de imágenes hábilmente fotografiada», no pude evitar removerme inquieto en mi silla.
Es posible que al moverme llamara la atención sobre mi persona, ya que estaba sentado en la primera fila, porque el orador añadió acto seguido: «Y los hombres como Isaac Asimov se quedarán anticuados y serán sustituidos por otros. »
Como es natural, di un brinco, y todo el mundo se rió alegremente ante la ocurrencia de que yo pudiera quedarme anticuado y fuera reemplazado por otro.
Dos días más tarde el orador que iba a hablar aquella tarde llamó desde Londres para comunicar que le era imposible salir de la ciudad, así que la encantadora dama que dirigía el seminario vino a verme y me pidió dulcemente que lo sustituyera.
Como es natural, dije que no tenía nada preparado, y como es natural ella dijo que todo el mundo sabía que no necesitaba prepararme para dar una conferencia maravillosa, y como es natural, me ablandé ante los cumplidos, y como es natural aquella tarde me levanté y como es natural di una conferencia maravillosa. Todo fue muy natural.
Me resulta imposible contarles qué es lo que dije exactamente, porque, como todas mis charlas, fue improvisada; pero, por lo que recuerdo, en esencia era algo así:
Como hacía dos días que un orador nos había hablado de las cintas de vídeo, presentándonos la fascinante y deslumbrante imagen de un futuro en el que las cintas de vídeo y los satélites dominarían el panorama de las comunicaciones, yo me disponía a servirme de mis conocimientos de ciencia-ficción para explorar un futuro aún más lejano y hablaría de cómo podrían fabricarse cintas de vídeo con métodos mejores y más refinados, haciéndolas aún más sofisticadas.
En primer lugar, el orador nos había mostrado que las cintas tenían que ser decodificadas por un aparato bastante caro y voluminoso, que transmitía las imágenes a una pantalla de televisión y el sonido a un altavoz.
Evidentemente, todo el mundo esperaría que este equipo auxiliar fuera haciéndose más pequeño, más ligero y transportable. En el fondo, lo que se esperaría es que acabara por desaparecer y que se integrara a la misma cinta.
En segundo lugar, para que la información contenida en la cinta se transforme en imágenes y sonido es necesario un gasto de energía que redunda en perjuicio del medio ambiente. (Como cualquier gasto de energía; aunque su uso es inevitable, hay que evitar utilizarla más de lo estrictamente necesario. )
Por consiguiente, es razonable esperar que disminuya la cantidad de energía necesaria para decodificar las cintas.
En último término, esperaríamos que disminuyera tanto como para llegar a desaparecer por completo.
Por tanto, podemos imaginarnos una cinta que fuera completamente transportable y autónoma. Sería necesario emplear energía en su fabricación, pero no en su utilización, y tampoco sería necesario un equipo especial para su uso posterior. No sería necesario enchufarla en la pared ni cambiarle las pilas, y podría ser transportada para ser vista en el lugar en que cada uno encontrara más cómodo: en la cama, en el cuarto de baño, en un árbol o en el ático.
Una cinta de vídeo de estas características produce sonidos, como es natural, y también desprende luz. Evidentemente su usuario debe recibir con claridad las imágenes y el sonido, pero sería un inconveniente que molestara a otras personas que posiblemente no estarían interesadas en su contenido. Idealmente, esta cinta autónoma y transportable sólo tendría que ser vista y oída por el usuario.
Por muy sofisticadas que sean las cintas existentes en la actualidad en el mercado o previstas para un futuro próximo, siempre tienen necesidad de controles. Tiene que haber una palanca o un interruptor para encenderlas y apagarlas, y otros para controlar el color, el volumen, el brillo, el contraste y todas esas cosas. Mi idea es que esos controles pudieran ser manejados, en la medida de lo posible, por la voluntad.
Me imagino una cinta que deje de correr en el momento en que se aparte la mirada. Permanece parada hasta que se le vuelve a prestar atención, momento en el cual vuelve a ponerse en marcha inmediatamente. Me imagino una cinta que corre más deprisa o más despacio, hacia adelante o hacia airas, a saltos o con repeticiones, dependiendo únicamente de la voluntad del usuario.
Admitirán ustedes que una cinta de estas características constituye un perfecto sueño futurista: autónoma, transportable, sin consumo de energía, absolutamente privada y controlada en gran medida por la voluntad.
Ah, pero soñar no cuesta nada, así que seamos prácticos. ¿Es posible la existencia de una cinta así? Mi respuesta es: sí, naturalmente.
La siguiente pregunta es: ¿cuántos años habrá que esperar antes de conseguir una cinta tan increíblemente perfecta?
También tengo respuesta para eso, y una respuesta bastante concreta. La conseguiremos dentro de menos de cinco mil años, porque lo que acabo de describir (como es posible que hayan adivinado), ¡es el libro!

¿Estoy haciendo trampas? ¿Acaso usted opina, amable lector, que el libro no es la cinta más refinada posible, ya que sólo ofrece palabras y no imágenes, que las palabras sin imágenes son un tanto unidimensionales y están divorciadas de la realidad, que es imposible que las palabras por sí solas nos transmitan información relativa a un universo que se manifiesta en imágenes?
Bien, vamos a considerar la cuestión. ¿La imagen es más importante que la palabra?
No cabe duda de que si sólo tenemos en cuenta las actividades puramente físicas del hombre, el sentido de la vista es con diferencia la manera más importante que tenemos de reunir información sobre el Universo. Si me dieran a elegir entre correr por un terreno escabroso con los ojos vendados y un sentido del oído muy agudo o con los ojos abiertos y sin poder oír nada, sin ninguna duda preferiría utilizar los ojos. De hecho, si tuviera los ojos cerrados, pondría la máxima atención en cualquier movimiento que realizara.
Pero el hombre inventó la palabra durante las primeras fases de su desarrollo. Aprendió a modular el aliento al espirar, y a utilizar distintas modulaciones del sonido como símbolos establecidos de objetos materiales y de diferentes acciones y -lo que es mucho más importante- de conceptos abstractos.
Por último, aprendió a codificar los sonidos modulados en señales visibles que podían ser traducidas mentalmente a sus sonidos correspondientes.
Un libro, no es necesario que lo diga, es un dispositivo que contiene lo que podríamos llamar un «discurso almacenado».
El lenguaje constituye la diferencia fundamental entre el hombre y los demás animales (excepto quizás el delfín, que posiblemente haya desarrollado un lenguaje, pero no un sistema para almacenarlo).
El lenguaje y la capacidad potencial de almacenarlo no sólo distinguen al hombre del resto de las especies vivas ahora o en el pasado; además es algo que todos los hombres tienen en común. Todos los grupos conocidos de seres humanos, por muy «primitivos» que sean, saben hablar y utilizar un lenguaje. He oído decir que algunos pueblos «primitivos» utilizan lenguajes muy complejos y sofisticados.
Lo que es más, todos los seres humanos con una mentalidad incluso inferior a la normal aprenden a hablar a una edad temprana.
Como el lenguaje es el atributo universal de todo el género humano, ocurre que nos llega más información, en nuestra calidad de animales sociales, a través del lenguaje que a través de las imágenes.
Y no estoy hablando de cantidades ni siquiera similares. El lenguaje y las formas de almacenarlo (la palabra escrita o impresa) constituyen la fuente abrumadoramente mayoritaria de la información que obtenemos, hasta tal punto que sin ella estaríamos indefensos.
Para poner un ejemplo, pensemos en un programa de televisión, normalmente compuesto de imágenes y lenguaje, y vamos a preguntarnos qué ocurre cuando prescindimos de aquéllas o de éste.
Supongamos que oscurecemos la imagen y dejamos puesto el sonido. ¿No seguiremos teniendo una idea bastante aproximada de lo que está ocurriendo? Es posible que en algunos momentos haya mucha acción y poco sonido, dejándonos frustrados ante la pantalla oscura y en silencio, pero si se supiera por anticipado que no se iba a ver la imagen, sería posible añadir algunos comentarios, y nos enteraríamos de todo.
De hecho, la radio está basada únicamente en el sonido; se servía del lenguaje y de «efectos sonoros». Es decir, en algunos momentos el diálogo se servía de artificios para compensar la falta de imágenes: «Ahí viene Harry. Oh, no ha visto el plátano. Oh, ha pisado el plátano. Ahí va. » Pero, por lo general, no era difícil enterarse. No creo que ningún oyente de la radio echara realmente de menos la falta de imágenes.
Pero volvamos a la televisión. Quitemos ahora el sonido y dejemos la imagen intacta: perfectamente enfocada y a todo color. ¿Qué es lo que sacamos en limpio? Muy poco. Ni todas las expresiones de emoción de los rostros, ni todos los gestos apasionados, ni todos los trucos de la cámara, dirigiéndose aquí y allá, son capaces de transmitirnos más que una vaga idea de lo que está ocurriendo.
Además de la radio, que utilizaba únicamente el lenguaje y sonidos diversos, estaban las películas mudas, que eran sólo imágenes. Los actores de estas películas, que no disponían del sonido ni del lenguaje, tenían que «emocionar». Oh, los ojos relampagueantes; oh, las manos que se llevaban a la garganta, que se agitaban en el aire, que se alzaban al cielo; oh, los dedos que apuntaban confiadamente hacia el cielo, o firmemente hacia el suelo, o airadamente hacia la puerta; oh, la cámara que se acercaba para enseñarnos la piel de plátano en el suelo, el as en la manga, la mosca en la nariz. Y, con todos los recursos de la inventiva visual en sus manifestaciones más exageradas, ¿qué es lo que ocurría cada quince segundos? La acción se detenía por completo y aparecían unas palabras en la pantalla.
Esto no quiere decir que no sea posible comunicarse, en cierto modo, sirviéndose únicamente de los recursos visuales: utilizando imágenes pictóricas. Un mimo hábil como Marcel Marceau o Charlie Chaplin o Red Skelton es capaz de hacer maravillas; pero la razón de que les observemos y aplaudamos es precisamente que sean capaces de comunicar tanto sirviéndose únicamente de imágenes.
De hecho, nos divertimos jugando a las charadas, intentando que otras personas adivinen una frase sencilla que nosotros «representarnos». No sería un juego tan popular si no exigiera mucho ingenio, y aun así, los jugadores idean series de señales y estratagemas que (lo sepan o no) se sirven de los mecanismos del lenguaje.
Dividen las palabras en sílabas, indican si una palabra es larga o corta, utilizan sinónimos y sonidos similares. Al hacerlo, están sirviéndose de imágenes visuales para hablar.
Sin valerse de ningún truco relacionado con alguna propiedad del lenguaje, sirviéndose únicamente de los gestos y las acciones, ¿serían ustedes capaces de comunicar una frase tan sencilla como «Ayer hubo un atardecer muy bonito, rosa y verde»?
Claro que ustedes podrían objetar que una cámara de cine puede fotografiar una hermosa puesta de sol. Pero para ello es necesario invertir una gran cantidad de tecnología, y no estoy seguro de que eso les informara de que la puesta de sol fue así ayer (a menos que la película truque el calendario, que también es una forma de lenguaje).
O piensen en esto: las obras de Shakespeare fueron escritas para ser representadas. La imagen era parte esencial de ellas. Para apreciar todo su sabor, hay que ver a los actores y observar sus acciones. ¿Cuánto dejarían de entender si asisten a una representación de Hamlet y cierran los ojos, concentrándose únicamente en escuchar? ¿Cuánto dejarían de entender si se tapan los oídos y se concentran únicamente en mirar?

Una vez que he expuesto claramente mi creencia de que un libro, formado por palabras y no por imágenes, no pierde demasiado por esta falta de imágenes y, por tanto, es más que razonable considerarlo como una variante tremendamente sofisticada de una cinta de vídeo, voy a cambiar de terreno y a servirme de un argumento aún mejor.
Un libro no carece de imágenes en absoluto: tiene imágenes. Lo que es más, imágenes mucho mejores -al ser personales- que cualquiera de las que la televisión podría ofrecernos jamás.
¿Acaso no acuden imágenes a su mente cuando está leyendo un libro interesante?
¿Acaso no ven mentalmente todo lo que está ocurriendo?
Esas imágenes son suyas. Le pertenecen a usted y sólo a usted, y son infinitamente mejores para usted que aquellas que otros le presentan sin que se lo pida.
Una vez vi a Gene Kelly en Los tres mosqueteros (la única versión que he visto que se mantiene razonablemente fiel al libro). La pelea de espadachines entre D'Artagnan, Athos, Porthos y Aramís, por un lado, y los cinco hombres de la guardia del cardenal, por el otro, que ocurre casi al principio de la película, era verdaderamente maravillosa. Por supuesto, se trataba de un baile, y disfruté muchísimo con él... Pero Gene Kelly, por mucho talento de bailarín que tenga, no encaja en la imagen de D'Artagnan que yo tengo en la cabeza, y durante toda la película me sentí a disgusto porque violentaba «mi» visión de Los tres mosqueteros.
Esto no quiere decir que, en ocasiones, no resulte que un actor encaja exactamente con nuestra propia visión. Resulta que para mí Sherlock Holmes es precisamente Basil Rathbone. Pero es posible que para usted Sherlock Holmes no sea Basil Rathbone; podría ser Dustin Hoffman. ¿Por qué tendrían todos nuestros millones de Sherlock Holmes que encajar en un único Basil Rathbone?
Ya ven, por tanto, por qué un programa de televisión, por maravilloso que sea, nunca podrá proporcionar tanto placer, ser tan absorbente y ocupar un lugar tan importante en la vida de la imaginación como un libro. Para ver el programa de televisión sólo tenemos que poner la mente en blanco y sentarnos apáticamente mientras nos dejamos invadir por el despliegue de imágenes y sonidos, sin que nuestra imaginación intervenga para nada. Si hay otras personas viéndolo, también se dejan llenar hasta arriba exactamente de la misma manera, todas ellas, y con exactamente las mismas imágenes sonoras.
En cambio, el libro exige la colaboración del lector. Insiste en que tome parte en el proceso.
Al hacerlo, nos ofrece una interrelación de la que el lector dispone a su gusto según sus necesidades, que se ajusta exactamente a sus características y a su idiosincrasia. Cuando leemos un libro, creamos nuestras propias imágenes, los sonidos de las diferentes voces, los gestos, las expresiones y emociones. Creamos todo excepto las mismas palabras. Y si la creación nos produce algún placer, el libro nos ha dado algo que el programa de televisión es incapaz de darnos.
Además, si diez mil personas leen el mismo libro al mismo tiempo, no obstante cada una de ellas crea sus propias imágenes, sus propias voces, sus propios gestos, expresiones y emociones. No será un solo libro, sino diez mil libros. No será obra exclusivamente de su autor, sino el producto de la interacción del autor con cada uno de los lectores por separado.
Por tanto, ¿qué es lo que podría sustituir al libro? Admito que el libro puede sufrir alteraciones en algunos aspectos secundarios. Hubo una época en que se escribía a mano; ahora se imprime. La tecnología de la publicación de libros impresos ha progresado de mil maneras, y es posible que en el futuro los libros puedan visualizarse electrónicamente en la pantalla de televisión de nuestras casas.
Pero en último término, nos encontraremos a solas con la palabra impresa, y ¿qué podría sustituirla?
¿No estaré tomando mis deseos por realidades? ¿No será que como me gano la vida con los libros no quiero aceptar el hecho de que los libros puedan ser reemplazados por otra cosa? ¿Me estaré limitando a inventar argumentos ingeniosos para consolarme?
Nada de eso. Estoy seguro de que los libros no serán sustituidos en el futuro, porque no lo han sido en el pasado. Desde luego, hay muchos más espectadores de televisión que lectores de libros, pero esto no es ninguna novedad. Los libros siempre han sido una actividad minoritaria. Había muy poca gente que leyera antes de la televisión y antes de la radio y antes de cualquier cosa que se les pueda ocurrir.
Como he dicho, los libros son absorbentes y exigen una cierta actividad creativa por parte del lector. No todo el mundo, en realidad muy pocas personas, están dispuestas a dar lo que éstos requieren, así que no leen ni leerán. No renuncian a ello porque el libro les decepcione de algún modo, sino por naturaleza.
La verdad es que me gustaría insistir en que leer es difícil, excesivamente difícil. No es como hablar, algo que hasta los niños que no tienen una inteligencia normal aprenden sin necesidad de un programa de enseñanza consciente. Basta con el impulso de imitación que se manifiesta a partir del primer año.
Por el contrario, leer requiere un cuidadoso aprendizaje que pocas veces tiene éxito.
El problema es que nos engañamos a nosotros mismos con nuestro concepto de lo que es saber leer y escribir. Casi todo el mundo puede aprender (si lo intenta con bastante interés y durante el tiempo suficiente) a leer las señales de tráfico y comprender las instrucciones y los avisos y carteles, y a descifrar los titulares de los periódicos. Siempre que el mensaje impreso sea corto y razonablemente sencillo y que la motivación para leerlo sea grande, casi todo el mundo sabe leer.
Y si esto es saber leer, entonces casi todos los norteamericanos saben leer. Pero si luego nos preguntamos por la razón por la que tan pocos norteamericanos leen libros (parece ser que el norteamericano medio que ha completado los estudios primarios no lee ni siquiera un libro al año), nos estamos engañando con nuestra interpretación de lo que es saber leer.
Pocas personas de las que saben leer, en el sentido de ser capaces de leer un cartel de PROHIBIDO FUMAR, llegan a familiarizarse con la palabra impresa y a realizar con facilidad el proceso de decodificar rápidamente las pequeñas y complicadas formas que representan sonidos modulados hasta el punto de estar dispuestos a emprender una lectura prolongada, como, por ejemplo, la de abrirse camino por un marasmo de mil palabras consecutivas.
No creo que esto se deba únicamente a un fallo de nuestro sistema educativo (aunque Dios sabe que es un fallo). No es de esperar que si, por ejemplo, se enseña a todos los niños a jugar al béisbol, todos ellos lleguen a ser jugadores de béisbol de primera clase, o que todos los niños que aprenden a tocar el piano se conviertan en pianistas de talento. En casi todos los campos del esfuerzo humano aceptamos la idea de que es necesaria la existencia de un cierto talento que puede ser alentado y desarrollado, pero que no es posible crear de la nada.
Bueno, en mi opinión la lectura también es un talento. Se trata de una actividad muy difícil. Permítanme que les cuente cómo la descubrí.
De adolescente leía de vez en cuando revistas de historietas, y mi personaje preferido, si les interesa saberlo, era Scrooge McDuck. En aquella época las revistas de historietas costaban diez centavos, pero por supuesto yo las leía gratis porque las cogía del quiosco de mi padre. Aunque siempre me asombraba de que alguien pudiera ser tan tonto como para pagar diez centavos cuando bastaba con hojear la revista en el quiosco durante un par de minutos para leérsela entera.
Después ocurrió que un día iba a la Universidad de Columbia en el metro; estaba agarrado a mi correa en un vagón atestado de gente y no tenía nada a mano para leer. Afortunadamente, la chica que iba sentada frente a mí estaba leyendo una revista de historietas. Era mejor que nada, así que me coloqué de manera que pudiera ver las páginas y leerlas al mismo tiempo que ella. (Afortunadamente, puedo leer al revés con tanta facilidad como al derecho. )
Pasaron algunos segundos y pensé: ¿por qué no le da la vuelta a la página?
Por fin, lo hizo. Tardaba varios minutos en acabar cada doble página, y mientras estaba observando sus ojos que iban de una viñeta a la siguiente y sus labios que murmuraban cuidadosamente cada palabra, tuve una súbita revelación.
Estaba haciendo lo que yo haría si estuviera descifrando palabras inglesas escritas en caracteres hebreos, griegos o cirílicos. Como no conozco estos alfabetos más que por encima, primero tendría que reconocer cada letra, recordar su sonido, luego unirlas y después reconocer la palabra. Luego tendría que pasar a la siguiente palabra y hacer lo mismo. Después de haber descifrado varias palabras de este modo, tendría que volver atrás e intentar combinarlas. Pueden apostar a que en esas circunstancias yo leería bien poco. La única razón de que lea es que cuando miro una línea impresa inmediatamente veo las palabras ya formadas.
Y la diferencia entre el lector y el no-lector se va haciendo cada vez mayor con el paso de los años. Cuanto más lee un lector, más información va acumulando, más amplía su vocabulario y más se va familiarizando con las diversas alusiones literarias. Cada vez le resulta más fácil y más divertido leer, mientras que al no-lector cada vez le resulta más difícil y menos gratificante.
El resultado es que hay, y que siempre ha habido (sea cual sea el supuesto nivel cultural de una sociedad determinada) lectores y no-lectores; aquéllos constituyen una pequeña minoría de, supongo, menos del uno por ciento.
He calculado que unos cuatrocientos mil norteamericanos han leído alguno de mis libros (de una población de doscientos millones), y yo soy considerado, y yo mismo me considero, un autor de éxito. Si se vendieran dos millones de ejemplares de un libro determinado en todas las ediciones estadounidenses, seria un notable éxito de ventas, y esto sólo significaría que un uno por ciento de la población de los Estados Unidos se habría animado a comprarlo. Además, estoy seguro de que al menos la mitad de los compradores no conseguirían hacer otra cosa que recorrerlo a trompicones para encontrar los pasajes subidos de tono.
Estas personas, estos no-lectores, estos receptores pasivos de entretenimiento, son terriblemente volubles. Pasan de una cosa a otra, buscando continuamente algún dispositivo que les dé el máximo posible y les exija el mínimo esfuerzo.
De los juglares a los actores de teatro, del teatro a las películas, de las películas mudas a las sonoras, del blanco y negro al color, del tocadiscos a la radio y de nuevo al tocadiscos, de las películas a la televisión y luego a la televisión en color y luego a las cintas de vídeo. ¿Qué importa?
Pero mientras tanto esa minoría de menos del uno por ciento se mantiene fiel a los libros. Sólo la palabra impresa puede exigirles tanto, sólo la palabra impresa puede obligarles a mostrarse creativos, sólo la palabra impresa puede adaptarse a sus deseos y necesidades, sólo la palabra impresa puede darles lo que no podría darles ninguna otra cosa.
Puede que el libro sea un invento antiguo, pero también es definitivo y nada convencerá a los lectores de que lo abandonen. Se mantendrán como minoría, pero se mantendrán.
Así que, a pesar de lo que dijo mi amigo en su conferencia sobre las cintas de vídeo, los autores de libros no se quedarán nunca pasados de moda ni serán sustituidos. Puede que escribir no sea una buena manera de hacerse rico (¡oh, bueno, y qué importa el dinero!), pero siempre existirá como profesión.



NOTA

En ciertos aspectos, éste ha resultado ser el articulo que más éxito ha tenido. Se ha reeditado más a menudo que ningún otro, y hasta se han llegado a publicar frases escogidas en marcadores para libros, distribuidos gratis por las bibliotecas.
Por supuesto, hay quien ha dicho que al defender el libro obraba en interés propio, que estaba intentando fomentar el consumo de aquello mediante lo cual me gano modestamente la vida.
Si es así, estoy demostrando que soy terriblemente poco eficaz. Si lo único que me preocupara fuera hacerme rico, no intentaría hacerlo pregonando las excelencias de los libros en un sesudo artículo. Escribiría novelas llenas de sexo, violencia y perversión. Así me iría mucho mejor. O me iría a California a escribir guiones, jugar al tenis y bañarme en la piscina. Así también me iría mucho mejor.
El hecho de que no haga esas cosas y que siga escribiendo mis artículos aquí, en Nueva York, puede ser una señal de que efectivamente me gustan los libros por sí mismos, y de que me parece que tienen que ser leídos en beneficio del lector mucho más que en beneficio del autor.




Edición digital de feruyo
Cordoba, Mayo de 2003

ciencia ficción asimov

guía cronológica de libros de ciencia ficción saga robots-imperio-fundación


Por Isaac Asimov.

Cuando escribí Fundación, que apareció en el número de Mayo de Astounding Science Fiction, en 1942, no tenía la menor idea de que había iniciado una serie de relatos que, en principio, formarían seis volúmenes y un total de 650.000 palabras (hasta ahora). Ni tampoco tenía la menor idea de que serían unificados con mi serie de cuentos cortos y novelas relacionados con robots y con mis novelas sobre el Imperio Galáctico, formando una obra de catorce volúmenes con un total de 1.450.000 palabras.

Si se fijan en la fecha de publicación de estos libros, verán que hubo un salto de veinticinco años, entre 1957 y 1982, durante el cual no añadí nada nuevo a la serie. Y no fue porque dejara de trabajar en ella. Lo cierto es que escribí a toda velocidad durante ese cuarto de siglo, pero sobre otros temas. Que yo continuase con la serie, en 1982, no fue idea mía, sino el resultado de una combinación de presiones de lectores y editores que, con el tiempo, se volvió arrolladora.

En cualquier caso, la situación se me ha complicado bastante, al extremo de sentir que los lectores quizás recibieran con agrado una especie de guía a la serie, puesto que no fue escrita en el orden que, tal vez, debió ser leída.

Los catorce libros ofrecen una especie de historia del futuro que, tal vez, no resulte lo bastante consistente ya que, en principio, no lo había planeado así. El orden cronológico de los libros en términos de historia del futuro (y no en fecha de publicación), es como sigue:

The Complete Robot (El Robot Completo, 1982). Esta es una serie de 36 historias cortas de robots, publicada entre 1940 y 1976 e incluye cada historia de mi anterior colección. Yo, Robot (1950). Sólo he escrito una historia corta de robots desde que la colección apareció. Esta es Robot Dreams (Sueños de Robot).
The Caves of Steel (Las Cuevas del Acero, 1954). La primera de mis novelas de robots.
The Naked Sun (El Sol Desnudo, 1957). Segunda novela de Robots.
The Robots of Dawn (Los Robots del Amanecer, 1983). Tercera novela de Robots.
Robots and Empire (Robots e Imperio, 1985). Cuarta novela de Robots.
The Currents of Space (Las Corrientes del Espacio, 1952). La primera de mis novelas del Imperio.
The Stars, like Dust. (Las Estrellas, como Polvo…, 1951). Segunda novela del Imperio.
Pebble in the Sky (Gravilla en el Cielo, 1950). Tercera novela del Imperio.
Prelude to Fundation (Preludio a Fundación, 1988). Esta es la primera novela de Fundación (aunque es la última que he escrito hasta ahora)
Forward Foundation (Hacia la Fundación, 1993). Segunda novela de Fundación*
Foundation (Fundación, 1951). Tercera novela de Fundación. En realidad, es una colección de cuatro historias editadas por primera vez entre 1942 y 1944, más una serie introductoria escrita para el libro en 1949.
Foundation and Empire (Fundación e Imperio, 1952). Cuarta novela de Fundación, compuesta de dos historias publicadas originariamente en 1945.
Second Foundation (Segunda Fundación, 1953). Quinta novela de Fundación, compuesta de dos historias que vio la luz en 1948 y 1949.
Foundation’s Edge (Los Límites de la Fundación, 1982). Sexta novela de Fundación.
Foundation and Earth (Fundación y Tierra, 1983). Séptima novela de Fundación.
¿Añadiré más libros a la serie? Puede que sí. Hay sitio para uno entre Robots e Imperio (5) y Las Corrientes del Espacio (6), y entre Preludio a Fundación (9) y Fundación (10) y, por supuesto, también lo hay entre las demás. Luego, puedo continuar Fundación y Tierra (14) con volúmenes adicionales… todos los que quiera.

Desde luego, tiene que haber cierto límite, porque no cuento con vivir eternamente, aunque sí intentaré aguantar cuanto me sea posible.